El más universal de todos los cócteles y una de las mejores combinaciones para disfrutar del vodka. El “destornillador” o “screwdriver”, que aparece frecuentemente citado en la literatura y en el cine, es una apuesta segura en cualquier reunión.
Existen varias teorías sobre su origen; unos dicen que debe su nombre a la herramienta con la que, a falta de pajita, era removido en los años 50 por los obreros americanos del petróleo en Oriente Medio, y otros afirman que su origen está en las minas de Rusia, donde los mineros tenían prohibido beber alcohol por al alto índice de accidentes y camuflaban el vodka con zumo de naranja.
Orígenes aparte, es el típico cóctel que gusta a (casi) todo el mundo: ni muy fuerte, ni muy suave, en su justa medida. Con los ingredientes Petra Mora hemos conseguido acentuar ligeramente su sabor dándole un toque de vitalidad en el trago con el brandy de Jerez Lauresa y un regusto dulce y afrutado con la frambuesa liofilizada.