¡El maravilloso mundo del tomate y sus mil y una variedades! Es temporada de tomates y hay tantas variedades que un@ ya no sabe cuáles probar, ni por qué se llaman así, ni a qué sabe cada uno… Sería imposible contarte algo sobre todos ellos, por eso hemos elegido diez que creemos que tienes que conocer y, por supuesto, probar.
Recuerda que nosotros, como cada septiembre, nos hemos ido al huerto y ya tenemos preparadas nuestras cajas de tomates, 4 kg y más de 12 variedades incluídas. Atento a este post, porque puede que sean alguna de estas diez las que incluyamos en la tuya y ¿te imaginas lo bien que vas a quedar contándole a los demás cuál es cuál, su sabor, el porqué de su nombre…? Adelante con el Quién es Quién de los tomates:
¿Qué vas a encontrar en este post?
TOMATE ROSA DE BARBASTRO
Para empezar fuerte, os presentamos a “uno de los grandes”, un tomate de los que se denominan gigantes. Crecen tanto que muchas veces no nos cabría en la palma de la mano. Cuando lo pruebes verás que es un tomate de piel fina y muy carnoso. De color rosáceo y forma imperfecta, una delicia.
TOMATE SERENGUE
Es una variedad de los tomates conocidos como “de colgar”. Una de sus características principales, su acuosidad, los hace perfectos para untar y prepararnos una buena tostada. Se conservan durante bastante tiempo si las condiciones son buenas, como siempre, ya sabes, lugares secos y frescos (14º sería perfecto)
TOMATE PITERO DE CASPE
Para distinguirlo de los demás lo tendrás muy fácil por su forma de pera, su dulzor a la hora de probarlo, su tamaño, (son pequeños) y por último, su color rojo intenso. El tomate en fresco siempre es la mejor manera de comerlos, pero como idea, prueba a deshidratarlos o secarlos, le podrás sacar partido más adelante.
TOMATE MALACARA
Que no te engañe su nombre, tal vez derive de su apariencia. Semejante a un albaricoque, con textura de cera, casi áspero y de color rojo apagado frente al brillo habitual del tomate al que estamos acostumbrados. Pero jo, de malo sólo tiene el nombre. Lo incluimos dentro de las variedades “de colgar”, y es algo más grande que el serengue del que antes hablábamos. Muy jugoso y de poca consistencia en el interior para que restregarlo en pan sea fácil y transmita todo su sabor a una tostada.
TOMATE PIÑA
Este tomate pone la nota exótica a esta selección. De piel más bien dura, es inconfundible por su color, obviamente amarillo, y por su sabor, ácido y super sabroso. Aunque no los veas en la frutería, llevan más tiempo con nosotros de lo que piensas, algunos atribuyen su llegada a expediciones que volvían de México ya en el siglo XVI.
TOMATE BANANA LEG
Seguimos con las “frutas”. Hablar de su forma sería una obviedad teniendo este nombre, claramente se asemejan a un plátano, también en su color. Carnoso y con un aire cítrico al comerlo. La mejor manera de darle un toque de color a tus ensaladas de tomate.
TOMATE COHETE
O tomate rocket, tiene, como no, aspecto de pequeños “cohetes” rojos, y lo que encontrarás dentro es una verdadera bomba porque son tomates muy muy jugosos. Como siempre decimos, en fresco es la mejor manera de saborear un tomate pero el rocket, por su forma y tamaño, es perfecto para enlatar y conservar para más adelante. En zumos o salsas también puedes utilizarlos ya que contienen la cantidad de azúcar ideal para estas preparaciones.
TOMATE NARANJA RUSO
Una mezcla de tonos rojizos y amarillos le aportan ese color anaranjado. Con una forma que recuerda a un higo al ser más estrecho en la punta, son bastante dulces y se conservan en perfecto estado para consumirlos durante bastante tiempo.
TOMATE CALABAZA PÚRPURA
Pues si, se parece a una calabaza en tamaño “mini” con tonos encarnados o granates. Sabroso y muy aromático. Como siempre, utilízalo en ensalada, pero si ves que con el tiempo no lo has usado aún y ya se empieza a reblandecer, una salsa será una alternativa muy acertada. Aquí no se tira nada 😉
TOMATE CEBRA VERDE
Con el sabor que tiene que tener un tomate verde, con ese punto amargo pero agradable. Del aspecto ya ni hablamos porque está claro, inconfundible, “a rayas”, recordando al equino rayado. Insistimos, no esperes a que cambie de color porque no lo hará, la maduración no se mide en este caso en el tono rojizo, siempre verde.
Te podríamos seguir hablando de mil y una variedades: Rojo de Loarre, Cojón de Obispo, Cirio Romano, Moruno manchego, Dorado de Tunle, Negro segoviano… porque también las tenemos, pero mejor será que te compres una caja de tomates de 4kg, la abras, y te pases un buen rato descubriendo cuáles son las que te han tocado a tí. Y después, lo mejor de todo, empezar a comértelos. ¡Que los disfrutes!
P.D: Si además tienes un huerto en el que te gusta pasar buenos ratos plantando tus propios tomates, puede ser un buen momento para alimentar tu semillero 🙂