Bloody Mary, un cóctel clásico pero muy vivo

La casualidad es la responsable de su nombre, Bloody Mary. Fue el barman Fernand Petiot quien bautizó a este zumo de tomate y vodka, unos dicen recordando en su inconfundible color rojo a la “sangrienta” María Tudor, otros lo atribuyen a una camarera de Chicago, a quien apodaban Bloody Mary algunos de sus clientes que casualmente probaron este cóctel la primera vez que se sirvió en París y que por alguna razón les recordaba a ella.
Y si las hipótesis y la leyenda acompañan a su nombre, lo que si está claro es que desde el primer momento se ha convertido en la mejor forma de comenzar un aperitivo… y también es un buen compañero de viaje para reactivarnos en esas mañanas que siguen a noches largas. Refrescante y completo, reparador. 

Ingredientes necesarios para preparar un Bloody Mary

Cómo preparar tu Bloody Mary

En un vaso mezclador incorporamos y agitamos, el zumo de tomate junto con unas gotas de tabasco, el zumo de lima, la sal y la pimienta negra.Incorporamos la mezcla en un vaso, añadimos hielo pile y decoramos con una ramita de romero.